En esta obra he querido pintar a mi abuelita, a quien le debo el estar aqui y lo que soy , su historia es nuestra historia, y sus enseñanzas nos han guiado a todo@s
pertenezco al pueblo kichwa otavaleño, al cual debo casi todo lo que se, cada pincelada, cada mancha, cada color, es mi anehelo por reflejar la alegria, pero sobre todo la fuerza que hay en la cultura a la cual pertenezco, un pueblo lleno de historias, de filosofia y alegria.